Rafael Gardeazabal, copropietario y gerente un establecimiento referente en moda masculina en la capital vizcaína con más de 70 años de trayectoria, fue elegido nuevo presidente de bilbaoDendak el pasado 29 de abril. Profundo conocedor del comercio bilbaino, un sector al que, como miembro de la tercera generación al frente de un negocio familiar, ha dedicado toda su carrera profesional. Formado en Marketing en EE.UU. (Filadelfia), es responsable junto a sus dos primos desde 1992 de este negocio, la camisería y sastrería Derby Gardeazabal, fundada en el año 1948 por su abuelo.
Rafael  Gardeazabal  es  un  firme  defensor  de  la  especialización  y  la  atención  personalizada  como  signos  distintivos  del  comercio  local,  un  pilar  básico  de  la  economía  de  Bilbao  y  por  cuya  revitalización,  mejora  y  crecimiento  ya  trabaja  como  presidente  de  la  plataforma  para  la  promoción  comercial  y  turística  de  la  capital  vizcaína  (Bilbao  Dendak),  que  cuenta
con  más  de  2.000  comercios  y  establecimientos  hosteleros  asociados.
“El comercio de Bilbao tiene un altísimo componente de calidad. Los bilbainos siempre hemos tenido fama de honestos, de ir de frente, y eso se ha reflejado en el comercio. Hoy en día, con la globalización, las cosas han cambiado , pero aún existe en Bilbao ese comercio diferente, especial”, asegura Rafael Gardeazabal.
“Cuando estás en una megalópolis, das una vuelta a la vista y no sabes si se trata de Londres o en París. Porque todo es lo mismo. Sin embargo, en Bilbao se pueden encontrar sitios en los que ves el comercio real, el comercio con alma, con personalidad. Lo tienes en el Casco Viejo, en el centro, en los barrios”, relata el presidente de Bilbao Dendak.

Comercio  con  alma
“En  cualquier  gran  capital  te  cuesta  mucho,  pero  mucho,  encontrar  tiendas  como  las  que  hay  en  Bilbao.  Y  esto  es  una  realidad.  Por  ejemplo,  ‘Cardenal’,  se  trata  de  profesionales  que  consiguen  prendas  no  comerciales,  salen  del  circuito  habitual  de  consumo,  hacen  su  colección,  lo  que  a  ellos  les  gusta.  Y  son  únicos”,  detalla  este  miembro  de  tres  generaciones  de  sastres.
Si él fuera un viajero que pasa por Bilbao, tiene muy claro lo que se llevaría como recuerdo. “Un txakoli de aquí acaba de ganar el premio a mejor vino blanco del mundo, por ejemplo. Pero también hay conservas de verdura o pescado, quesos, etc. Y el tema textil, por supuesto. Bilbao es uno de esos sitios con ropa que se aleja del vestir global. Hay tiendas absolutamente maravillosas que tienen una personalidad especial. Hay que mantener y defender todo esto. Es preciso conservar ese punto diferencial. Y no solo en prendas de mujer, también de caballero”, asegura.
Gardeazabal confiesa que él rastrea lo singular en sus viajes. “Hace dos años me compré un traje en Estocolmo. Siempre que viajo visito la zona comercial de las ciudades. Y busco eso, las calles con las tiendas con sabor, genuinas. Y descubres cómo es la gente, qué ropa usan, su manera de vestir”.
Un  Bilbao  con  más  eventos
Subraya  que  forman  parte  de  Bilbao  barrios  muy  diferenciados.  “Hay  que  pensar  que  esas  tiendas  están  pensadas  históricamente  para  los  vecinos  de  ese  barrio.  Por  eso  ofrecen  cosas  especiales.  Yo  compro  en  el  barrio  en  el  que  habito.  Y  ese  comercio  es  vida  para  la  ciudad.  No  vas  encontrar  lo  mismo  en  Matiko  que  en  Deusto”.
Reconoce que “quizá a los comerciantes en Bilbao aún nos falta la visión de que el turismo es mucho más que las personas que visitan el Guggenheim o caminan por el Casco Viejo. Hay que gente se patea toda la ciudad y que luego va a Getxo, a Plentzia o a otras localidades del entorno.”
Rafael Gardeazabal reclama más eventos en Bilbao. “El año pasado tuvimos una pasada de eventos: las finales europeas de rugby, la MTV, la fiesta anual de 50 Best Restaurants y muchos más. Este año y el que viene, necesitamos eventos. No hablo exclusivamente de eventos de promoción pública, también privados. A lo mejor hasta nosotros mismos, como asociación, debemos meternos en promover eventos”.
Además de los eventos, para representante de los comerciantes de la capital vizcaína es fundamental alargar las estancias de los viajeros en la ciudad.“La media de pernoctaciones en Bilbao está ahora en 2,1 días. Claro, en dos días, con todo lo que se puede hacer en Bilbao, es difícil dedicar un rato a las compras. Quizá si conseguimos que se queden un poco más sería más sencillo. Podríamos tratar de que descubrieran los comercios con alma además ver el Museo de Bellas Artes, el Guggenheim, Artxanda, el Casco Viejo. Para eso debemos mantener el alma de nuestros comercios”.

