Garazi Sánchez, Objetivo Tokio

Días antes de partir hacia las pruebas clasificatorias de la olimpiada de Tokyo, la surfista Garazi Sánchez nos cuenta, para la versión papel de Tour Magazine, sus sensaciones ante la gran cita y repasa su trayectoria sobre las olas.

Posiblemente cuando se publique esta entrevista Garazi Sánchez (Algorta, 1992) estará surfeando en El Salvador, compitiendo para lograr su gran objetivo, participaren los Juegos Olímpicos de Tokio. A los 7 años empezó a practicar el surf con una tabla que le dejó su hermano, en la playa de Laga, Bizkaia. Hoy, además de estudiar Empresariales, ser imagen de diferentes marcas y producir documentales, esta apasionada de la naturaleza, se sigue emocionando cuando ve tantas niñas, chicas y madres practicando su gran pasión sobre las olas.

¿Qué sensaciones tiene de cara al campeonato clasificatorio?

Las sensaciones son buenas pero se clasifican tres personas por cada país y eso no es fácil. Pero si muy motivante. Con los resultados de otros años, este año hubiese estado clasificada. Mi objetivo es prepararme bien y hacer el mejor resultado, aunque todo se decide en un solo campeonato. Lo que está en mi mano es estar lo mejor preparada posible.

En este año tan complejo, ¿Cómo se prepara una para una Olimpiada?

Hay fases en las que te preparas más lo técnico pero, según se acerca un campeonato, trabajas más la estrategia y la toma de decisiones. Decisiones que te ayudan a superar el estrés, una decisión en un segundo marca la balanza. El objetivo es que esa decisión se tome desde la serenidad y no desde el miedo. También es importante que no se te olvide lo normal, lo que llevas haciendo bien desde hace años. Elegir entre una ola buena y una mala, por ejemplo.

¿Cómo ha llevado el no poder participar en campeonatos, ni poder viajar con normalidad?

Dentro de lo atípico de la situación, también he tenido momentos muy bonitos. Por ejemplo, el volver a surfear aquí, cerca de casa y poder reencontrar rincones que hacía muchos años que no visitaba. Ha sido increíble.

Para quién acaba de llegar a Euskadi a surfear, ¿Qué le recomendaría?

Creo que tenemos mucha suerte ya que aquí tenemos olas para todos los niveles. Hay que entrar al agua con respeto y dejarse aconsejar por quienes llevan años en estas playas y conocen bien las mareas. Te ayudarán a sentirte cómodo. Además, las olas en estas fechas empiezan a ser bonitas y los días más largos y soleados.

Para mí lo más bonito de nuestra costa son los acantilados, ver los montes verdes desde el agua y disfrutar de una naturaleza que se ha protegido mucho, algo que, por desgracia, no ocurre en muchos sitios.

Por su profesión viaja constantemente. ¿Qué le han portado los viajes?

Ser consciente de lo privilegiados que somos por dónde vivimos, eso lo primero. Descubres también otras maneras de vivir, te das cuenta de que no somos tan importantes, relativizas… Aplicas otras cosas nuevas a tu manera de ser. El viajar y ver muchos lugares diferentes me ha permitido poder elegir y eso es muy importante. De cada viaje vienes como una persona diferente.

Hace tres años sufrió un accidente mientras surfeaba que casi le deja paralítica. Con la perspectiva que da el tiempo,  ¿Qué ha quedado de todo aquello?

El accidente fue una buena lección de vida. Soy más fuerte de lo que creía. Me ayudó a creer en mí en momentos en los que los médicos dudaban. Me ha dado fuerza para ver la vida de esa manera. Creo que la lesión me ha hecho mejor deportista y mejor persona. Más disciplinada y también me ha ayudado a establecer una relación más sana con el deporte.

¿Cómo recuerda sus inicios en el surf?

Yo era muy inquieta de pequeña y mis padres me dejaron desarrollar esa inquietud practicando surf. Lo hacía con mis hermanos, en esa época no había material para chicas pero, con una tabla que me dejaron, empecé a coger olas en la playa de Laga. Me ayudó a encontrar la paz y la serenidad. Ahora hay muchas niñas, chicas y madres  surfeando y eso me encanta. Aunque todavía hay cierto sentimiento de que el surf es cosa de chicos, creo que se avanza en la buena dirección.

Además de coger olas, ¿A qué se dedica cuando sale del agua?

Estudio Empresariales y aunque por las olimpiadas lo he aparcado un poco, me queda un año para acabar la carrera. Estudiar me permite tener los pies en la tierra aunque, por los viajes, lo hago a distancia. Como soy muy inquieta, durante la recuperación de una lesión también he producido un documental. En general, necesito apasionarme con lo que hago y disfruto de los procesos, no sólo al conseguir el objetivo.

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