Logroño se eleva al Cubo

Logroño era, a principios del siglo XVI, la principal plaza fuerte castellana en la frontera con el reino de Navarra y contaba por ello con un potente recinto defensivo. Entre los años 1522 y 1524, bajo la dirección del maestro cantero Lope de Insturizaga, se levantó en la esquina noroccidental de esa muralla el Cubo del Revellín. Se trataba de un cubo artillero cuya defensa se articulaba alrededor de una triple plataforma formada por la combinación de un adarve y dos galerías de tiro con troneras que dominaba su parte del foso de la ciudad. Con el paso de los años, la mayor parte de la muralla desapareció. Se conservan escasos elementos. El más potente, el Cubo del Revellín que constituye un atractivo recurso turístico.

El Cubo del Revellín y su entorno, constituyen sin ninguna duda los sectores mejor conservados de todo lo que fue el recinto amurallado de Logroño en el siglo XVI. Más allá de las casualidades históricas, sin duda es aquí donde se erigieron los elementos defensivos de mayor calidad constructiva. Por su cronología y sus características, el Cubo entra de lleno en lo que los estudiosos han convenido en denominar Fortificación de Transición, es decir, la fase que media entre los modos arquitectónicos medievales y las construcciones a la moderna, adaptadas ya a la entrada en los escenarios de la guerra de asedio de los cañones y armas de creciente potencia de fuego.

Con el paso de los siglos, las murallas de Logroño sufrieron un gran deterioro, conservándose actualmente algunos restos aislados de ellas. Sin duda, los más representativos e interesantes corresponden a los paramentos de muralla que se alinean frente al curso del Ebro, la imponente presencia de nuestro cubo artillero y la adyacente Puerta del Camino, ornamentada con los escudos del emperador Carlos V y de la ciudad.

La insólita preservación del Cubo y de la Puerta del Camino no sólo es consecuencia de su solidez constructiva, muy superior a la del resto del antiguo recinto fortificado, sino que está relacionada con los factores que guiaron el desarrollo urbanístico de la ciudad en el siglo XIX. Al permanecer esta zona periférica bajo jurisdicción militar, los principales ejes de expansión urbana sortearon las dotaciones allí ubicadas, que se vieron así libres de la frenética acción constructiva que vivió el Logroño del cambio de siglo.

Adiós a la muralla

A pesar de ello, no se puede decir que el Cubo del Revellín permaneciera indemne. Una vez se produjo la demolición del paño amurallado inmediato, en 1884 fue construido un frontón en su lateral oriental, transformado en cine en el año 1940. Aún más, en 1952 fue construido un edificio de viviendas sobre la misma estructura del Cubo. Su fisonomía actual es la consecuencia del proyecto de rehabilitación que fue llevado a cabo por el Ayuntamiento de Logroño en el año 2006. Hoy en día este edificio de origen militar, que explica buena parte de la historia de Logroño, constituye un magnífico recurso turístico visitable. Un gran testigo de la memoria de la importancia de la ciudad.

 

Mediante reserva en el teléfono 941 503 116, en el mail cubodelrevellin@logro-o.org o en el propio Cubo. Pueden ser en inglés o francés.

Todas las visitas, tanto las libres como las guiadas, son gratuitas

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