Una verdadera experiencia. Soltar amarras desde el muelle del Itsasmuseum de Bilbao y navegar a vela por la ría de Bilbao hasta su desembocadura para fondear, contemplar la puesta de sol y tomar un txakoli escuchando el viento o buena música. Desde abril se puede vivir de nuevo esta experiencia.
El catamarán de 10 metros de eslora ‘Haizealaia’, el velero de 12 metros ‘Kais’ y la goleta de 24 metros ‘Atyla’ realizaron esta misma singladura a principios de primavera para recalcar que se ha abierto la temporada de vela recreativa.
Los organizadores de esta flotilla lo hicieron para mostrar su “ apoyo a todas las tripulaciones y empresas dedicadas la náutica de recreo en Bizkaia”. Y anunciaron que que promoverán más singladuras similares. “El alquiler de embarcaciones de recreo para grupos, con o sin patrón, y también el alquiler por plazas para rutas determinadas era antes de 2020 un sector emergente que generaba cada vez más empleo directo y también indirecto en los puertos y pantalanes. Eso se debe a que proporciona experiencias únicas y seguras que resultan accesibles a cualquier bolsillo”, subrayan.
“Necesitamos regresar a nuestra actividad, por supuesto con las precauciones precisas para prevenir contagios. Pero sin olvidar que la vela y el mar ofrecen una buena vía de escape psicológico a tantas jornadas de confinamiento”, recalcan.
Un tiempo extraordinario acompañó esta primera ruta que, después de disfrutar de las paisajes de margen derecha e izquierda desde dentro de la ría y pasar bajo el Puente Bizkaia, que une Getxo con Portugalete, fondearon en El Abra.
Gozaron de la puesta de sol y de la naturaleza, escucharon música, tomaron una copita de txakoli de Bizkaia. Regreso tranquilo al muelle del Itsasmuseum con plazas completas en las tres embarcaciones.
Todo el pasaje se mostró encantado. Se trata de un primer paso en la recuperación de la naútica de recreo en Bilbao y la costa de Bizkaia y el inicio de la temporada tras más de un año de restricciones