Tres parques, tres palacios

San Sebastián puede presumir de contar con un enorme número de zonas verdes urbanas, de fácil acceso y de admirable belleza. Donostiarras y visitantes pueden disfrutar de tres parques del siglo XIX, que albergan sendos palacios en su interior y que constituyen, no sólo un valioso patrimonio paisajístico y botánico, sino también cultural. Hablamos de los parques de Aiete, Cristina-Enea y del Palacio de Miramar. Tres lugares imprescindibles para visitar esta primavera.

Los tres se encuentran ubicados en plena ciudad y son parques románticos de estilo paisajístico, es decir, fueron diseñados con zonas arboladas, praderas, veredas sinuosas, estanques y grutas… con la idea de recrear una naturaleza idealizada. Hoy en día son de propiedad pública, sin embargo, nacieron de la iniciativa privada.

Palacio de Aiete

 

Situado en el barrio de Egia, el Parque de Cristina Enea, posee una casa de campo de estilo pintoresco y sencillo que perteneció al Duque de Mandas quien, a su muerte, en 1917, regaló a la ciudad a condición de que fuera conservado en su totalidad. Fue ideado por el arquitecto paisajista de origen francés, Georges Aumont que, simultáneamente, estaba trabajando en el parque parisino de Les Buttes-Chaumont.

 

Casa de campo (Parque de Cristina-Enea)

 

Por su parte, el Parque de Aiete se encuentra en el barrio del mismo nombre y perteneció a los Duques de Bailén. El palacete que alberga es de estilo neoclásico francés y está rodeado de bellos jardines y bosquetes, desarrollados por Pierre Ducasse, artífice también de los jardines de la Plaza de Gipuzkoa. Lo más destacable de este parque es el hermoso estanque y el camino que recorre el agua hasta la gruta artificial de rocalla, creados por el maestro “rocailleur” Eugène Combaz. La relación entre los duques y la Familia Real hizo que la reina regente Mª Cristina se alojara en este palacete desde que comenzó a veranear en San Sebastián en 1887 hasta la construcción de la Real Casa de Campo de Miramar.

Palacio de Aiete (año 1916)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Encaramado en el Pico del Loro que separa las playas de Ondarreta y La Concha, el Palacio de Miramar es el más conocido de los tres. Concebido por el arquitecto londinense Selden Wornum, es una construcción de estilo cottage inglés y fue Inaugurado en 1893. Construido a expensas de la reina Mª Cristina, fue su residencia veraniega hasta su fallecimiento en 1929. Cuenta con unos hermosos jardines que descienden hacia el mar entre senderos de gravilla y parcelas de flores, diseñados por Ducasse. Desde 1972 es propiedad de la ciudad de San Sebastián.

Palacio de Miramar

 

Si visita San Sebastián esta primavera le recomendamos que se acerque a estos parques y admire sus jardines y palacios. Lugares para soñar y desconectar.

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