Euskadi, la costa del surf

Los 200 kilómetros del litoral vasco están salpicados por bahías, pequeños puertos y estuarios bendecidos por el dios de las olas. A lo largo del año, varios de estos lugares son escenario de distintas pruebas y campeonatos de los distintos circuitos de surf. Pero es en verano cuando surfistas de todo el mundo llegan a estas playas a disfrutar con sus tablas de sol a sol. Y, a veces, hasta bajo la luna.

Uno de los grandes referentes del surf en Europa, y en el mundo, se sitúa en la costa de Bizkaia. Se trata de Mundaka, en plena reserva de la biosfera de Urdaibai. Accesible de Bilbao en ferrocarril de vía estrecha o autobús regular en poco más de media hora, el pequeño puerto pirata es conocido internacionalmente entre los amantes del surf por su ola izquierda, considerada la mejor de Europa y ranqueda entre las diez mejores del mundo. Resultan habituales las olas tubulares, largas y de unos seis metros hasta la cresta. Las administraciones locales han reconocido públicamente la ola izquierda como “patrimonio y recurso natural, deportivo, socioeconómico y cultural”. No resulta extraño ya que su tubo puede alcanzar hasta los 400 metros de longitud. La frecuencia de la ola crece en enero y febrero, pero ya en septiembre resulta habitual. A sus lomos se deslizan amantes de las olas llegados del otro lado del océano e, incluso, de las antípodas.

No muy lejos, en Bakio, al otro lado de San Juan de Gaztelugatxe, también se citan las tablas y boyboard. El gran valor de Bakio, además de la belleza de su playa y su entorno, es el compromiso de sus sus olas durante todo el año. La ola de Bakio está siempre, a derechas e izquierdas, desde medio metro hasta algo más de dos metros.

Cambiando de comarca, y pasando de Urdaibai a Uribe Kosta, Sopela es imprescindible. El metro que se puede coger en el corazón de Bilbao deja al lado de los arenales en menos de media hora. Por eso, no es raro cruzarse en la ciudad con grupos de jóvenes que caminan por la acera con sus tablas en la mano. Acantilados y maravillosas playas, como Atxabiribil, Barinatxe y Arrietara, son las señas de identidad de Sopela.

Barinatxe es un arenal de casi 800 metros de largo que llega hasta Getxo y que es frecuentado por surfers desde que se avistó el primero, hace más de medio siglo. Atxabiribil y Arrietara tienen un fondo de arena y rocas y sus olas raras veces son surfeables a partir de los dos metros. Entorno a las playas existen varios locales con música, cerveza y buen ambiente. Perfectos para disfrutar de la puesta del sol.

En el vecino municipio de Barrika se encuentra Meñakoz. Sus tremendas olas resultan irresistibles para los adictos a las emociones fuertes de todas las latitudes. Son olas enormes, llenas de energía, como las de la cercana Punta Galea. Es precisa buena condición y experiencia para cabalgarlas. Se manifiestan en su máxima expresión entre octubre y enero, que es cuando la zona acoge un campeonato internacional de olas grandes.

En Getxo, en la desembocadura de la ría y muy accesible en metro, se practica surf en Ereaga y Arrigunaga. Pero la reina es Gorrondatxe por su entorno y buenas olas de derechas que rozan los tres metros.

 

Gipuzkoa

Zarautz es el lugar más surfero de Gipuzkoa. Sus olas de derechas, en series previsibles, que cruzan la que presume de ser la playa más grande de Euskadi, con sus dos kilómetros, también atraen a multitud de surfistas durante todo el año. En la temporada de baño existen espacios delimitados para surfear. Zarautz es escenario de distintas competiciones importantes a lo largo del verano, principalmente en septiembre. En esta playa, lo mejor es buscar el viento sur a la hora de lanzarse al agua con la tabla.

En la frontera con Getaria rompen las olas que quieren atrapar los surferos con experiencia. Izuztarri es uno de los puntos a sondear si las dificultades no asustan. Muy cerca, en Zumaia, se abre la playa de Irutzun. Sus olas, en torno al metro, son constantes durante todo el año. Caminando se alcanza la peligrosa Playa Gris o Planeitxa: promete olas de más de seis metros, pero las lanza contra las rocas. Únicamente para quienes se hayan deslizado sobre miles de olas.

En Donostia, la Zurriola es una playa urbana rodeada por una de las ciudades más hermosas de Europa. Es perfecta para iniciarse al surf y a la buena vida. Donostia lo garantiza.

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