Apasionado de Roma y de las culturas clásicas, la pandemia le pilló hace un año en la Piazza Navona, frente a las fuentes de Bernini, cuando estaba preparando una exposición para el Instituto Cervantes. En cuestión de horas pudo retornar a su Bilbao natal y retomar su actividad artística, una actividad en la que fusiona, con naturalidad y elegancia, moda, arte, arquitectura, diseño o pintura. Cual renacentista del siglo XXI, Ignacio Goitia (1968) es un amante de los clásicos atemporales, independientemente de si están de moda o no.
Para estos inicios de 2021, sus jirafas, bellas damas, dandis y hombres uniformados que posan en salas palaciegas o pasean por espacios urbanos, volverán a verse en Roma, mientras prepara otra exposición, esta vez en Lisboa y junto a Eduardo Sourrouille, patrocinada por la Diputación Foral de Bizkaia y la galería Aldama Fabre. Entre tanto, este gran aficionado a los viajes, está ya trabajando en una gran exposición de la Biblioteca Nacional de Madrid, sobre los viajeros españoles de los siglos XVII, XVIII y XIX durante el Grand Tour por Italia.
Para quienes acaban de llegar o tienen previsto visitar Bilbao. ¿Cómo les presentaría la ciudad?
Bilbao es una pequeña ciudad con alma de gran urbe. Es la villa en la que nací. Desde niño disfrutaba observando las fachadas de su arquitectura ecléctica creada a comienzos del siglo XX y que en aquellos años se ocultaban bajo una oscura capa de polución. Tiene un patrimonio arquitectónico interesante que refleja los gustos de la burguesía industrial que la transformó.
Al margen de edificios y museos destacan sus habitantes, en general gente alegre y amable que disfruta socializando en la calle y compartiendo sus costumbres con los que vienen de visita.
¿Alguna recomendación especial?
Recomiendo cogerse una buena guía de arquitectura y recorrer sus calles para descubrir sus peculiaridades.
¿Lo de que aquí se viste bien, es un tópico?
No lo sé, eso decían hace años. Aunque no soy quién para juzgar a nadie, creo que la globalización poco a poco nos va uniformando. En nosotros está dejar que desaparezca la originalidad y que mostremos nuestra personalidad a través de la ropa.
¿En qué aspectos podríamos mejorar?
Fijarnos menos en como visten los demás y centrarnos más en quien queremos ser.
¿Se puede definir a una persona por su forma de vestir?
La imagen que proyectamos habla mucho de nosotros mismos, aunque tan importante o más que la ropa son los valores, la calidad humana, la generosidad, la simpatía, la amabilidad, etc.
Para ABC, es uno de los 50 hombres más elegantes de España. ¿Cómo lo lleva?
Ah, es verdad, bueno, se me había olvidado.
Para usted, ¿Vestir bien es vestir con prendas caras?
Más que caras o baratas procuro que sean de calidad para que me duren mucho tiempo. Utilizo chaquetas o chalecos que pueden llevar en mi armario unos cuantos años. Intento no tirar nada hasta que ya no tiene arreglo.
¿Por qué cree que atrae tanto el lujo, lo bello, lo exquisito?
Desde la antigüedad se ha perseguido la belleza como un ideal y ese mismo fenómeno se sigue aplicando hoy en día al sector del lujo y de la excelencia. Los ideales muchas veces son difíciles o imposibles de alcanzar para la mayoría de los mortales y en ese sentido se convierte en un motor de consumo. Mucha gente sueña con una casa o un coche de lujo, con un cuerpo bello o con una comida exquisita. El lujo es una aspiración, una distinción, algo exclusivo que se supone que hay que alcanzar para ser más feliz o importante en una sociedad en la que, generalmente, la historia, la escriben los triunfadores.
¿Qué no falta nunca en su maleta de viaje?
Mi pequeña colección de gemelos
¿Qué ha aprendido viajando?
¡Casi todo! Viajar, con los ojos bien abiertos, te enseña a comprender como funciona el mundo más allá de tu entorno cotidiano, a comprender la historia y las características y porqués de cada cultura, te ayuda a conocer gente , a ser más comprensivo, más tolerante, te abre la mente, te inspira para crear cosas más personales. El viaje es una de las mejores escuelas que podemos realizar a cualquier edad y en la que no dejamos de aprender y enriquecer nuestra mente.
¿Puede elegir algunos destinos del mundo que emocionalmente te sean inolvidables?
Aunque en principio me interesan casi todos los países, por cercanía, libertades y afinidades soy un amante de la cultura europea. Disfruto comprendiendo sus diferencias y me interesan sus orígenes, por eso Roma y las ruinas romanas son unas de mis pasiones. Como apasionado del arte y de la arquitectura procuro visitar tanto las grandes construcciones clásicas como las pequeñas edificaciones de todos los tiempos ya que me ayudan a entender cómo han evolucionado las diferentes sociedades y culturas. De todas estas inquietudes y otras muchas experiencias hablo en mi libro Ignacio Goitia Paintings, donde a través de mis pinturas hago un personal recorrido por la arquitectura occidental.